Kerry Rogers falleció este viernes en la ciudad de La Paz.
Como se hiciera público hace dos semanas, a Rogers se le había concedido el perdón en un juicio penal para que, a petición suya, pudiera continuar tratando su enfermedad en Estados Unidos, un cáncer de garganta que finalmente acabó con su vida.
Sin embargo, lo que pocos saben es que Rogers intentó librar a la justicia unos pocos días antes de fallecer.
El defraudador solicitó a través de sus abogados en los Estados Unidos, que un Juez del condado de Clark, Nevada, no le encarcelara cuando regresara al vecino país del norte; ello le fue negado, resolviéndose exclusivamente que sería internado en una carcel hospitalaria del país vecino. Hay que recordar que Rogers tenía pendiente una orden de expulsión del país a ejecutar por parte del Instituto Nacional de Migración. Cuando Rogers pisara suelo norteamericano, iba a ser arrestado y encarcelado. Por eso se quedó en México.
Porque a pesar de su delicada condición de salud, para la justicia seguía siendo un fugitivo. Sobre todas las críticas a las autoridades por parte del círculo cercano a Rogers, al convicto se le trató adecuadamente en términos médicos y se le ofreció toda la ayuda necesaria para sobrellevar el cáncer.
Rogers quedará como uno de los personajes de triste memoria en Baja California Sur. Dueño de una historia de fraudes y estafas, de trampa y mentira. Como informadores, estamos obligados a recordárselo a la opinión pública sudcaliforniana, para evitar que un fraude como el de Rogers -que se auto vendió ilegalmente cerca de 3 mil 600 hectáreas en la delegación de Los Planes- se repita. Muere el hombre, vive la estela de fraudes. Se va Rogers; queda entre quienes seguimos el caso, la trayectoria delictiva que hizo daño a tanta gente en México y Estados Unidos.
Una enfermedad grave, puede generar compasión y simpatía por el hombre
que sufre. Esa es una reacción natural. Pero para quienes hemos seguido la
historia delictiva de este ciudadano norteamericano, es importante equilibrar
el juicio.
Rogers permaneció dos años en prisión por un mega fraude cometido en
contra de una empresa desarrolladora norteamericana. Defraudó por igual a
mexicanos y a extranjeros. El pasaporte jamás fue condición para las estafas de
Kerry Rogers.
Que nadie nos confunda. Si Rogers salió de prisión, no fue porque un
juez lo haya considerado inocente, sino porque sus contrapartes en el juicio
penal de La Paz, le otorgaron el perdón para que acelere su salida de México,
enfrente a la justicia norteamericana y trate su enfermedad.
Ha iniciado una campaña por parte de Rogers y sus más cercanos, para
desacreditar a México, a las autoridades, al gobierno federal y al de Baja
California Sur, alegando que “cualquiera podría sufrir lo que Rogers en
México”. Eso es falso. Porque no todos estamos diseñados para la trampa, ni
estaríamos dispuestos a cometer un fraude de más de 22 millones de dólares a
temprana edad, ser demandados por más de 40 personas en los Estados Unidos, y
vender propiedades con documentación fraudulenta. No, esto no se trata de un
ciudadano americano con problemas en México. Se trata de Kerry Rogers, un
hombre que eligió el camino del fraude y hoy paga por ello.
Como parte de esta campaña para confundir a la gente, Rogers y sus
abogados han dicho que si los norteamericanos “presionan al gobierno mexicano,
Kerry podrá quedar libre” .Una mentira. Kerry debe enfrentar una orden de
expulsión de México, pero en cuanto pise territorio norteamericano, deberá
enfrentar las consecuencias de haber estafado a sus connacionales. De hecho, si
es verdad que Rogers quiere irse pronto para tratar su enfermedad, podría
desistirse del amparo que le concedió una suspensión para que la autoridad
migratoria lo expulse del país.
Hace poco tiempo, Rogers
pidió a un juez de Nevada cancelar la orden de arresto en su contra. La
justicia de los Estados Unidos le dijo “no”. Kerry Rogers es un hombre
peligroso. Su enfermedad no borra los delitos que ha cometido afectando a tanta
gente. Este blog es un llamado a la memoria. Es un recordatorio de la verdad.
Kerry Rogers is a criminal. Thats a fact.
A
serious illness can generate compassion and sympathy for the sufferer. That's a natural reaction. But
for those who have followed the criminal history of this American citizen, it
is important to make the public opinion to remember his criminal story.
Rogers
spent two years in a mexican prison for a mega fraud against a real state developer, and disappointed
Mexicans and Americans. Nationality was never a condition for the scams of Kerry Rogers.
Let no one confuse us. If
Rogers was released from prison, was not because a judge had considered him innocent,
but because their counterparts in the criminal trial, granted a
pardon to expedite his departure from Mexico to treat his illness.
Rogers and his closest friends began a campaign to discredit Mexico,
its authorities, the federal government and Baja´s state government, saying that
"anyone could suffer what Rogers in Mexico." That is absolutely false.
Because
not all are designed to trap or be willing to commit fraud over $ 22 million at
an early age, being sued for more than 40 people in the United States, and tried to sell
property using fraudulent documents. No,
this is not an american citizen with legal problems in Mexico. This
is Kerry Rogers, a man who chose the path of fraud and now is paying its cosenquences.
As
part of this campaign, Rogers and his lawyers have said that
if Americans "pressure the Mexican government, Kerry will be free." That is an intentionated
lie. Kerry
faces a deportation order in Mexico, but as soon as he get back to the the States, he will face
the consequences of having swindled in both sides of the border. I
Recently,
Rogers claimed a Judge in Nevada to cancel the bench warrant for arrest him. His claim was denied.Kerry Rogers is a dangerous man. His
illness does not erase the crimes he has committed. This blog is made for us to remember the real Kerry Rogers. It is a reminder of the legal truth.